Época: Epoca Oscura
Inicio: Año 900 A. C.
Fin: Año 700 D.C.

Antecedente:
Colonización del Asia Menor. Grandes migraciones



Comentario

La entidad de los fenicios como pueblo sólo puede definirse a partir de la crisis de 1200 a.C., resultado de la nueva estructuración que se produce en la zona oriental del Mediterráneo. Como es natural, los primeros dos siglos, por lo menos, resultan igualmente oscuros, pero en ellos va paulatinamente notándose su presencia en la arqueología y en la tradición legendaria, hasta hacerse plena a partir del año 900 a.C. en los ambientes marítimos de casi todo el Mediterráneo. Desde entonces, a partir de asentamientos costeros y con contactos pacíficos u hostiles con los grandes imperios del Próximo Oriente, los fenicios se convirtieron en el vehículo principal de los intercambios crecientes que van poniendo en contacto a los pueblos mediterráneos, al tiempo que estimulan la colaboración de algunos de modo más directo, sobre todo cuando, como en el caso de los griegos, las propias transformaciones internas los van configurando como pueblos aptos para la participación activa en tales intercambios.
Desde el punto de vista de la expansión colonial por el Mediterráneo, el enclave principal fue la ciudad de Tiro, de donde partían los navegantes que

empezaron a establecer los contactos y los fundadores de las principales colonias. También eran conocidos por los griegos los navegantes sidonios desde fines de la Edad Oscura. La época de los expansionismos imperialistas del primer milenio a Occidente, junto a los sucesivos problemas internos de las ciudades, reflejados en las tradiciones que cuentan las vicisitudes de los conflictos familiares, influyó en que los modos de intervención fenicios en los distintos lugares a lo largo del tiempo sufrieran transformaciones. Sin embargo, lo que resulta trascendente desde el punto de vista de la configuración de la Grecia arcaica fue la formación de una infraestructura de relaciones marítimas que, desde muy pronto, aparece como básica para los viajes de Menelao o de Odiseo. Barcos y navegantes fenicios sirven de ayuda o aparecen como elemento de fondo en los escenarios donde los héroes se mueven por fines aparentemente propios de su rango, aunque a veces se muestra claramente que sus viajes también sirven para obtener beneficios. Así, los fenicios aparecen mezclados en tradiciones legendarias griegas, como la de la participación de Cadmo en la fundación de Tebas.

Los contactos resultan, sin embargo, basados en realidades constatables arqueológicamente. Tanto en Al-Mina, en la costa siria, como en Chipre, los objetos griegos se encuentran mezclados con objetos fenicios, como depósitos de viajes en que sin duda unos y otros entraban en contacto. Más tarde, también será evidente que, tanto en Rodas como en otros puntos del Mediterráneo, los fenicios se asentaban en lugares relativamente diferenciados, pero suficientemente conectados a los griegos como para dar lugar a desarrollos culturales específicos.